Se llama George Grie y es uno de los primeros artistas que cultivan el neo-surrealismo gótico digital. Su arte combina el simbolismo surrealista con los conocimientos informáticos de realismo digital en 3D. Pinta lugares imposibles y caóticos, mundos asombrosos sólo posibles en su imaginación, pero de una belleza y una fuerza extraordinarias. Muestra una obra de arte mágica y lúdica, un mundo lleno de ilusiones sobrenaturales, magia espiritual, romanticismo y fantasías. Al contemplar su trabajo es imposible no pensar en genios como Salvador Dalí o Antonio Gaudí.