Durante el pasado mes de Diciembre nuestro amigo y vecino Paco León se lanzó, animado por otro par de buenos amigos de Pandora, a la aventura de organizar “Miradas” su primera exposición de pintura. Tuvo lugar, como ya anunciamos en su momento desde las páginas de esta revista, los días 17, 18 y 19, en la sala de exposiciones de la Casa Palacio. En aquellos días estuvimos con Paco charlando in situ sobre el resultado de la exposición. Como nuestro número de enero era recopilatorio, hemos esperado hasta este mes para ofreceros la entrevista.

Paco, con el tiempo que hace que pintas, ¿Cómo surge la idea de tu primera exposición?

Yo todo lo que he hecho en mi vida lo he hecho porque me han empujado. Tengo mucho sentido del ridículo. La idea de la exposición surge de un regalo que hice a unos amigos, Antonio y Ana. El regalo, uno de mis cuadros, les gustó, y al ver otras obras mías y que pintaba de forma continuada me animaron a exponer.

Sintiendo esa inseguridad de la que hablas, lanzarte a exponer habrá sido un salto durillo...

Ha sido un reto. Lo que pasa es que a medida que la gente iba entrando iba asimilando mejor la idea de que no puedes gustar a todo el mundo. Y en el fondo sabes que lo que pintas está bien, porque es tu verdad. Además, a pesar de esa inseguridad, en el momento de seleccionar los cuadros a exponer he llegado a sorprenderme a mí mismo, a estar convencido de que lo que iba a mostrar podía, cuando menos, sorprender.

¿Qué pretendías con la exposición? ¿Y cuál ha sido el resultado en función de eso? ¿Te ha colmado en la forma que esperabas?

Como dicho, se trataba principalmente de un reto a nivel personal. En ese sentido, me doy por satisfecho. Y más allá de eso he tenido ocasión de compartir todo esto con mis amigos. La mayoría ha respondido bien. Si además, algunos se ha llevado un cuadro, miel sobre hojuelas.

¿Cuál ha sido la opinión general del público de la exposición?

Estamos un pueblo pequeño, y lógicamente no son demasiadas las personas que tienen, digamos, una educación pictórica. Y de otra parte, Sevilla y sus pueblos son muy clásicos a la hora de...

Poco dados a las vanguardias...

Exactamente. Sin embargo, hay mucha gente que ha conectado con lo que hago y a la que le ha gustado la exposición. Supongo que, como todo, esto tiene su público.

Durante estos días hemos podido ver que se pasaban por aquí algunas personas del pueblo que también son aficionados a pintar. ¿De qué habéis hablado y qué les parece tu trabajo?

El caso es que casi todos eran de escuelas más... clásicas. Pero como público especializado que es, sí que valora aspectos técnicos de la pintura. Aunque no se tenga mucho en común, yo admiro a todo aquel que es capaz de expresarse a través de su obra, de transmitir algo.

Ya que te mueves en el ámbito amateur, ¿Qué es lo que te motiva a pintar?

Simplemente empecé a hacerlo, vi que me gustaba, que gustaba otros, tengo tiempo para hacerlo...

¿Eres más de inspiración o de sentarse a trabajar a ver qué sale?

Yo soy un pintor de inspiración. Paradójicamente, lo que más ha gustado de mi obra es mi faceta más reposada, más metódica. Y en realidad yo no soy metódico para nada. Incluso con los cuadros que conllevan un estudio y un planteamiento previo necesito sentir ese... empujón. Si no es así pueden llevarse días y más días esperando, incluso quedarse en el borrador. La pintura que me gusta es impulsiva y visceral, es ahí donde me reconozco y donde me encuentro más a gusto.

Y ahí quedó la cosa. Además de lo arriba transcrito, disfrutamos de un par de cafés y algún que otro buen momento con los amigos que tenemos la suerte de tener en común. Por si no tuvisteis ocasión de pasaros por la exposición, o no conocéis la particular mirada de Paco a la realidad, os dejamos a continuación con un montaje fotográfico de la mayoría de los cuadros expuestos. Esperamos que os guste.