Esta fotografía está tomada desde abajo por razones obvias, aunque intentamos corregir el contrapicado sosteniendo la cámara a pulso con el brazo en alto, para obtener un ángulo mejor y no sacar la imagen totalmente desde abajo (sacaríamos un cuello desproporcionado respecto a la cabeza).
Para realizar el enfoque de la foto tenemos que encuadrar la imagen desde abajo; luego
presionar suavemente el disparador y la cámara nos hace un autoenfoque sobre la cara de la virgen. Sin soltar el disparador levantamos el brazo y apretamos hasta el final el disparador.
Para evitar movimiento en la toma hemos puesto una velocidad alta (1/125) y además un pequeño toque de flash, para congelar la toma aun más. Eso sí, pusimos un diafragma abierto para captar más luminosidad (f 4.0 y un ISO 200).
Ésta es una foto que cualquiera puede realizar con su cámara, pero si realmente queremos sacar una fotografía con impacto, debemos usar trípode, disparar con velocidades bajas (1/20-1/15) y diafragmas medios o abiertos (f/4 f2.8). Así captaríamos todas las luces que rodean la toma.
Ni que decir tiene que para que estas indicaciones sean válidas, el paso tiene que estar parado.
A continuación os dejo una muestra de la misma foto, realizada sobre trípode y con un encuadre diferente, aunque ya hablaremos de la importancia del encuadre. Espero que los consejillos os sean útiles y nos vemos el mes que viene.
Un saludo.